sábado, 25 de abril de 2009

Diferencias mortales


En la foto, una turista y su hijo caminan frente al palacio de Bellas Artes la tarde del sábado. Traen cubrebocas, atendiendo la recomendación de las autoridades mexicanas.



No es la primera vez que la falta de coordinación entre los Gobiernos federal y del Distrito Federal, impacta a la población.
Esta vez, para decenas de personas fue mortal, y el daño alcanzó dimensiones globales.
En las columnas políticas, la pelotita por lo tardío de la alerta en los casos de la influenza porcina en la Ciudad y el Estado de México va de un lado a otro.
Hay quienes señalan que la Secretaría de Salud del DF no informó a tiempo al gobierno federal lo grave de la situación. Otros señalan que el gobierno federal no quiso tomar a tiempo la decisión.
Ya había información
Antes de que el Gobierno Federal determinara suspender clases en esas dos entidades, ya había información de muertes por influenza en hospitales administrados por el Gobierno del DF y en hospitales federales.
La publicación del 22 de abril, en el periódico Reforma, detonó la comunicación entre la administración encabezada por Felipe Calderón y la de Marcelo Ebrard, y después de analizar los datos, llegaron a la conclusión de declarar una alerta.
Es obvio que el Gobierno de Ebrard había minimizado la situación, de eso deja constancia el que el secretario de Educación del DF, Axel Didricksson, ni siquiera supiera que estaban suspendidas las clases la mañana del viernes pasado, como se observó en una entrevista con W Radio, ese mismo día.

Ya son varias
Esa descoordinación entre autoridades federales y del GDF se ha manifestado en otras ocasiones. La última dio cuando se decidió recortar el abasto de agua a la Ciudad de México.
La primer conferencia de prensa para informar de esa medida, se dio en diciembre pasado, con la participación del director del Sistema de Aguas del DF, Ramón Aguirre. Pero fue poco atendida.
La segunda vez que se informó sobre el tema, El Universal la dio como nota principal, y el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, dijo que no sabía sobre el tema.
¿Qué pasa?
Si bien, sí hay comunicación entre las entidades federales y locales, las diferencias políticas y los enconos hacen que no fluya con la rapidez y eficiencia que una ciudad como la de México lo requiere.
Estos son sólo dos casos, pero han existido situaciones similares en otras áreas y en otros momentos. Tal es el caso de la seguridad pública.
Aunque no sean compadres
Tal vez no necesitan ser compadres, ni grandes amigos, pero Felipe Calderón y Marcelo Ebrard tienen la responsabilidad de coordinarse mejor, por el bien de los habitantes de la metrópoli, que dicen, es una Ciudad con Ángel.

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