jueves, 23 de julio de 2009

La crisis del agua


En las fugas se pierde más 30% del agua que se consume en el DF.






La Ciudad de México vive ya una crisis del agua, aunque las autoridades eviten llamarla así.
Es una crisis porque:

-Para aplacar la sed de esta ciudad traemos agua de otras cuencas, provocando movilizaciones sociales como las de los mazahuas, o la de los vecinos de Valle de Bravo, que también la necesitan y luchan por que ya no se saque de sus comunidades.

-Hay zonas de esta ciudad –algunas colonias de Tlalpan– en donde se necesita una credencial con candados electrónicos, para evitar su falsificación, para tener derecho a una dotación de agua potable.

-No hay una correspondencia entre la extracción de agua de los acuíferos y la absorción o inyección. Por cada 60 metros cúbicos que sacamos del subsuelo devolvemos 30, vía filtración a través de los bosques y áreas verdes, o a través de pozos de absorción.

-La sobreexplotación del subsuelo provoca agrietamientos y hundimientos, que ya han costado vidas, como en Tláhuac, o provocado daños a inmuebles cuya reparación cuesta millones de pesos, como en las instalaciones del Metro, la Cámara de Diputados, y la antigua Escuela de Medicina. Y también ha afectado a colonias enteras.

-Y a pesar del problema, no hay un programa serio para contrarrestarlo. Lo único que hay es una respuesta a un aspecto de esta crisis: la escasa lluvia y los bajos niveles de las presas del Sistema Cutzamala.

-Y se sigue perdiendo más del 30% de agua en las fugas que tiene la red de la Ciudad de México.

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