Y poco antes de las 13:00 horas de ayer, los aviones dejaron de cruzar el cielo de ésta, la segunda ciudad más grande del mundo.
Había llegado Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, capaz de detener el tráfico aéreo de toda una ciudad, para bajar sin riesgo.
Los vigíasEn lo alto de los edificios, cientos de personas esperaban ver llegar el
Air Force One, con su gemelo, escoltados por dos
jets supersónicos.
A lo largo de la ruta de descenso de los aviones comerciales hacia el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, las personas, solas o en grupo, miraban al cielo.
Pero algo pasó, el presidente de Estados Unidos no llegó por esa ruta, sino por otra, poco utilizada por las aeronaves que vuelan por el cielo de la Ciudad.
¡Láaastima!“¡Ya llegó!”, se escucharon algunas voces de amigos y familiares, que avisaban a aquéllos improvisados vigías, que con cámara en mano esperaban captar una imagen, y algunos de
ellos se resistían a bajar.
“Ha de ser una estrategia, yo no me muevo de aquí hasta que no pase el primer avión comercial”, respondía uno de los capitalinos que esperó el paso de un avión, que finalmente no vio.
Como si fuera
una estrellaY de pronto, los aviones volvieron a surcar el cielo.
En los puentes peatonales, cercanos al Aeropuerto Internacional, decenas de personas se apretujaban y se detenían de los barandales tubulares para no tropezar.
Como lo hacen los lémures o algunos felinos cuando quieren observar algo, estiraban su cuellos para ver si, desde afuera avistaban a ese avión que tiene la capacidad de ser invisible a los radares y es prácticamente inalcanzable para los misiles enemigos, que a fuerza de reportajes
y notas al respecto se ha convertido en una leyenda urbana.
Otras personas trataron de acercarse a la zona de Polanco, próxima a los puntos en que estaría
Barack Obama. Querían ver a
La Bestia o
Cadillac One, o al
Marine One, pero se encontraron con una fortaleza impenetrable.
No, a pesar de los esfuerzos la mayoría de los capitalinos cazaimágenes, no lograron obtener una de estos tres vehículos fantásticos.
Asunto de
interés nacionalY después, miles de interesados se pegaron a la pantalla de la televisión. Y ahí sí pudieron ver con claridad el
Air Force One y el
Marine One.
Pero algo robó su atención, y muchas personas cambiaron de canal:
la presentación de Javier Aguirre como técnico de la Selección nacional de futbol. Asunto, también, de interés nacional.
Bajó la expectativaY finalmente Obama se fue la mañana de este viernes, ya con menos expectativa
de parte de los capitalinos, pero no por ello con menor rigor en la seguridad.