sábado, 19 de abril de 2014

El día que confundieron a El Mofles con Gabo

Hasta sus lectores más exquisitos cayeron en la trampa...
Hoy no veo esa anécdota por ningún lado, pero aquí la historia.

Era el 2000 y en México, el periódico Crónica publicó un texto que atribuía a Gabriel García Márquez.
"La Marioneta", se llama el poema.

Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.


Según la explicación del diario era una carta del premio Nobel quien, al enterarse de que su enfermedad se había agravado, decidió compartirlo con sus amigos.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos
perdemos sesenta segundos de luz.


Sin confirmar el origen la carta tuvo llamado en primera plana del diario, pero la nota se regó como pólvora y alcanzó otros medios, como la radio.

--Ese poema yo se lo escuché en el bar Brujas a Johnny Welch un ventrílocuo que tiene un muñeco al que le llama El Mofles, le comenté a uno de mis compañeros, en ese año, también, reportero del diario Reforma.
--¡Pues esa es la nota: "El poema no es del Gabo, es de El Mofles!, comentó antes de soltar una carcajada.

Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma



Por la tarde, mi compañero me habló al celular y puso la bocina del teléfono en la del radio, después de comentar: "hay que saber reconocer". Uno de los conductores de Monitor, un noticiero radiofónico, entrevistaba a Johnny Welch, quien explicaba que ese texto él lo había escrito para el show con su muñeco.

El mismo Gabo emitió un comentario sobre la carta: "Lo que me puede matar es la vergüenza de que alguien crea que de verdad fui yo quien escribió cosa tan cursi".
Jonny Welch se defendió con el argumento de que le dolía que el Gabo dijera eso, porque él era un comediante y no un escritor.
Al final ambos sostuvieron un encuentro y el Gabo se tomó una foto con el muñeco.

Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiría mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol.

Regaría con lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...

No dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor. 


El diario había caído en una trampa de Internet, en la que todavía caen muchos...
Aquí les dejo el resto de la carta de El Mofles, que un día se atribuyó a Gabriel García Márquez.


A los hombres les probaría cuán equivocados están,
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas,pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres

He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre
sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo .

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir,
te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo,
te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien,
pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda,
me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.
Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.
Por eso no esperes más, hazlo hoy,
ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás
el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso
y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas,
quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”
“porfavor” “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos.
Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

Demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.













viernes, 18 de abril de 2014

La Ciudad de los Palacios... y los creadores

El Gabo, Gelman, Carrington, Buñuel, y otros artistas que vivieron o viven en el DF

Algo tiene la Ciudad de México que grandes creadores que nacieron en otro país la escogieron para vivir; muchos aquí se encontraron con la muerte, otros más aún la recorren y la disfrutan al estilo chilango.

No sólo Gabriel García Márquez, vivió 50 años en "La región más transparente". Otros talentos también decidieron quedarse aquí, en donde se inspiraron y alimentaron a la cultura capitalina.

El Gabo
No tuve que ir muy lejos para encontrar al Gabo y charlar con él. Precisamente en el restaurante-bar La Ópera, en el Centro Histórico. Ese día, 5 de diciembre del 2000, era de trabajo y fue gracias a un amigo que me habló para decirme que ahí, a donde había acudido con su esposa a comer, estaba el "hombre más conspicuo del mundo". Así fue como me dirigí hacia allá y tuve la oportunidad de encontrarme con el autor de Cien Años de Soledad, charlar unos minutos y pedirle que me firmara un libro.

Los que han cedido al encanto chilango...

El poeta
A Juan Gelman lo conocí en una manifestación, en La Condesa. Un grupo de vecinos se organizó para protestar contra la instalación de una casa de apuestas en lo que era el Cine Condesa. Ahí estaba él. Afable me extendió la mano para saludarme cuando Daniel Camacho, caricaturista del diario Reforma me lo presentaba. Preocupado por la calidad de vida de su colonia participaba en una protesta en la que también estaba Federico Campbell, Humberto Musacchio y Arturo Ripstein.

Era 25 de enero de 2004. El poeta, participaba en esa concentración, me dijo, porque la apertura de un casino podría ser el inicio del declive de esta colonia y e iba en calidad de "vecino damnificado". Juan Gelman murió 10 años después de ese encuentro.

La escritora
La vi entrar al restaurante Las Lechuzas, ubicado en la zona de San Ángel. Iba con un grupo de amigos. Elena Poniatowska, la escritora y periodista que nació en París llegó a esta lugar cuya especialidad son los tacos. Iba a con un grupo de amigos, entre ellos Margo Glantz. Era viernes en la noche y Elenita, quien recientemente ganó el premio Cervantes, iba, como muchos capitalinos lo hacen, a la tradicional "noche de tacos".


La Historiadora
A la historiadora, que nació en Texas, pero se consideraba "más mexicana que el mole" --y fue en el DF en donde murió-- la vi recorrer los pasillos del mercado de Coyoacán, de compras, con bolsa en mano. Tranquila observando los puestos. Clementina Díaz y de Ovando, fue la primer mujer en ingresar a la Academia Mexicana de Historia, además de tener decenas de reconocimientos por su trayectoria.

A los que nunca vi, pero ahí estuvieron...

Surrealista
Leonora Carrington, también vivió en la Ciudad de México desde principios de los 40's, hasta su muerte en 1911, a los 95 años de edad. La artista plástica surrealista tuvo mucha actividad en el DF, al lado de personajes como André Breton, quien al escribir sobre México lo señaló como un país surrealista.

El cineasta
Luis Buñuel, nacido en España, se naturalizó mexicano y bvivió en la Colonia Tlacoquemécatl del Valle, en la Cerrada de Félix Cuevas, número 27. El autor de Un Perro Andaluz y Los Olvidados, recorrió esas calles ahora saturadas por autos y oficinas, pero embellecidas en la primavera por sus jacarandas. En el DF vivió los últimos 37 años de sus vida. Para preservar su casa el Gobierno de España la adquirió en el 2010 y ahora es un centro cultural.

Algo tiene la Ciudad de México que grandes creadores que nacieron en otro país la escogieron para vivir.
























domingo, 23 de marzo de 2014

El mundialista mexicano que está en ruinas...

Hubo un equipo que paralizaba una Ciudad cuando jugaba en su estadio.
Así como se encumbró su popularidad, así se vino abajo y desapareció. Nunca fueron campeones, pero ahí lucieron grandes jugadores que ahora son protagonistas del futbol mexicano: Antonio, El Turco Mohamed; Miguel Herrera; Memo Vázquez; El Pony Ruiz, entre otros, dirigidos por Enrique Meza.
Ese equipo se llamó Toros Neza y cuando jugaba las banderas hondeaban en las casas de Nezahualcóyotl, los autos particulares y los microbuses también la presumían. Eran los 90's y el equipo se convirtió en uno de los símbolos de esta ciudad golpeada por la inseguridad.
Un día, en 1996, Mohamed se pintó el cabello de rubio y casi todo el equipo lo siguió. Fue un fenómeno: los asistentes al estadio llegaron con el cabello pintado y miles de personas hicieron lo mismo en este municipio del Estado de México.
Esta historia se quedó atrás y la sede de estas aventuras, el estadio que llevó el nombre de un presidente, José López Portillo, y que cofmo mundialista recibió a Escocia, Dinamarca y Uruguay, está en ruina.
Aquí unas imágenes del estacionamiento de enfrente y el de atrás.


domingo, 9 de marzo de 2014

Crean sonideros-online para el auto o la oficina


--¡Venga el saludo para el amigo Iván an-an-an...! ¡Esta salsita del recuerdo es para él, que nos escucha en su oficina na-na-na...!

La música suena y los saludos, con todo y reverberancia, interrumpen.
Sí, es una tocada sonidera a la mitad de una oficina.
Con un tema del recuerdo interpretado por Morits Jiménez:

"...yo sigo amándote,
así como yo soy,
con todas mis locuras.
Difícil de tener,
difícil de domar
soy siempre una aventura".

--¡Esa salsita ochentera para mi compadre que me está escuchando a través de sonideros.tv!
¿Porque, sí eres mi compadre, verdad-ad-ad-ad...?

Los sonideros aprovecharon la tecnología e inventaron las tocadas online. Trascendieron el casete, el CD, y la USB y por medio de una página de Internet y una App llevaron el ambiente hasta las computadoras del trabajo, o el smartphone. Así, sonorizan los momentos más aburridos de una oficina o el tedioso recorrido en auto por un viaducto o periférico congestionados.

Tambores, guitarras y saludos:

--...Y es el Grupo Niiiche -che-che-che...

"Estoy viviendo un sueño
me siento único dueño, del amor
Una mirada bastó,
Así sucedió: ausentes las palabras,
mi cuerpo vibró..."

Desde una oficina en Insurgentes Sur se observa a Martín González, dueño de Producciones Pegasso, poner la música en una tornamesa para acetatos, en lo que se puede resumir como una fusión de dos tiempos: Los 80,s y la segunda década del 2000: la era en que comenzaría a morir el acetato y la de la música que se guarda en la nube.

--Me gustan mucho los acetatos, por eso los sigo usando. Tengo una colección de discos de Salsa en acetatos. Es de cuando andaba en busca de tocadas para bailar.

Martín tiene su cámara fija frente a la tornamesa y la consola en un cuarto de su casa destinado a la transmisión. Originalmente era un local para una tienda o una papelería, pero cuando contactó a los administradores de la página de sonideros.tv, que se encuentran en Los Angeles California, no lo dudó y la convirtió en su estudio de transmisión.

La página fue creada en el 2000 por Luis Valdivia y él se adhirió hace dos años. Desde ahí hace entrevistas con sonideros y algunos de los grupos salseros de moda en los barrios. Pero, lo más importante, cada lunes, de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 16:00 horas transmite el ambiente sonidero y mantiene comunicación con quienes lo escuchan y ven, a través de un chat, por donde le piden saludos o canciones a través de http://sonideros.tv

Así, los sonideros salieron de las calles y se metieron a la Web... no sólo a los XV años del Vive Latino.

@chimalhuacano









miércoles, 5 de marzo de 2014

Doña Mere, la mujer que siempre ayudó...

La última vez que la vi estaba enferma y en silla de ruedas. Acababa de escapar de la muerte y se salió de la cama –ignorando las recomendaciones médicas– para ir al Ministerio Público de Chimalhuacán porque alguien pidió su ayuda. Era octubre de 2012.

Así era Emerenciana López Martínez, doña Mere. Siempre dispuesta a ayudar. Y con la puerta abierta para las mujeres que huían de sus maridos golpeadores.

En 1993 yo era un reportero aprendiz del, ya desaparecido, periódico El Nacional y llegué a su casa en la colonia Santa Elena, porque ahí llegábamos los reporteros a los que nos interesaba escribir historias sobre la pobreza y problemas sociales. Esos reportajes ayudaban a destrabar procesos penales contra autoridades o caciques locales que permanecían congelados por muchos años, asuntos que no escasean en el Estado de México.

Recuerdo varios casos:

-El de El Pista, un joven que a los 16 años ya había matado a un par de personas y atemorizaba a toda una colonia. El desenlace de ese caso fue muy trágico. Detuvieron al joven, después salió del Tutelar y volvió a agredir personas. La impunidad, el temor y la venganza terminaron con toda la familia de Jesús Melchor Ambrosio, como se llamaba. Y finalmente, él también fue asesinado.

-El del hijo de una regidora al que no habían sentenciado después de mucho tiempo de haber sido detenido, acusado de violaciones y asesinatos. El junior, por supuesto, era apoyado por las autoridades en turno. Finalmente después de una serie de reportajes, el proceso caminó y la sentencia se dio.

Un domingo que fui a reportear a Chimalhuacán, alguien le avisó a la familia de una de las jóvenes atacadas por este sujeto y, depronto, aparecieron en el patio de doña Mere.
 La madre llevaba una bolsa con un kilo de carne de cerdo:
–Tome, muchas gracias por ayudarnos, me dijo.
Yo no entendía lo que sucedía, estaba desconcertado.
Emerenciana me comentó:
–Agárrala, están muy agradecios porque pasó mucho tiempo sin que nadie nos escuchara. No tienen nada y hoy mataron su puerquito porque tenían una primera comunión.
Estiré la mano, tomé la bolsa, y ese día fue la primera vez que lloré por la realidad de mi país, al realizar un reportaje. Con estas familias trabajaba doña Mere, con la gente a la que nunca nadie escucha y que tiene que andar mendigando lo que debería ser suyo por derecho: La justicia.

Y así, caso tras caso, denuncia tras denuncia, doña Mere siempre tendió la mano a la gente sin pedir un quinto a cambio.

A propósito de mi libro electrónico Doña Loba: una historia de cacicazgo y poder fui a buscarla en octubre de 2012 a su casa. Me dijeron que apenas unos días antes había estado muy grave. Al borde de la muerte. Pero que se había salido hacia el Ministerio Público de Chimalhuacán para ayudar a unas personas.



Salí de su casa y me dirigí hacia el Centro de Justicia. No me extrañó ver que a quien ayudaba era a un profesor. A pesar de que ella no terminó la primaria, todo tipo de personas, analfabetas o profesionistas, pedían su apoyo. Y ahí estaba, recién salida de sus crisis, en una silla de ruedas en la sala de espera del Ministerio Público. "Entrona", como siempre. Reclamando justicia a la autoridad.

Quedé de volver para platicar con ella y antes de irme le tomé una foto. Ya no la vi. De verdad, lamento mucho no haber vuelto a platicar con ella. Murió el sábado pasado.

De entre ese mar de frases, recuerdo una que la definía muy bien:

Un día me comentó que un político del PRI se le acercó y la invitó a participar en su gobierno, con la promesa de que después la iba a apoyar para ser candidata a diputada. Doña Mere escuchó y respondió:

–No, yo no me meto a la política porque me voy a volver igual que ustedes...cabrones.

@chimalhuacano