La gente se mueve entre el temor y el menosprecio hacia un virus que ha matado a cuando menos 66 mexicanos, y es que el análisis de muestras de quienes fallecieron sigue.
Los del miedo
Los saludos de mano escasean, y no por una simple recomendación, sino por el miedo. Y cuando por error alguien respondió a una mano extendida, de inmediato se usa el gel desinfectante, tan menospreciado en otros tiempos.
En las escuelas particulares hay reclamos de papás porque no todos los niños llevan cubrebocas, en las públicas, a pesar del golpe a la economía de las familias, hay quien lleva su propio gel en la mochila.
Ver salir al esposo o a la esposa de la casa con cubre bocas y un poco de gel en un frasquito es una escena que comienza a hacerse cotidiana.
Los del menosprecio
“Si ni pasa nada”,“es un invento para distraernos”, “Algo se traen estos cabrones”, “se quieren hacer los héroes”, “esas son puras payasadas”, “yo no conozco a ningún enfermo”, son algunos de los comentarios de quienes no creen en esta contingencia sanitaria, ni, mucho menos, en el virus AH1N1.
Y entre los políticos
El presidente, Felipe Calderón; el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard y otros gobernantes no usan corbata para atender las recomendaciones de la Secretaría de Salu. Pero el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, sí la usa porque, dice, no se ha comprobado en efectivamente, guarden gérmenes.
Y la vida en la ciudad sigue, entre una posición y otra.